La Revolución de los Cobots

Hace apenas una década nadie los conocía y hoy, son una industria que presenta un crecimiento anual sostenido del 50%.

Nos referimos a los robots colaborativos de aplicación industrial también conocidos como cobots. Ahora gozan de libertad y no se les ve tras las celdas como animales salvajes.

Se caracterizan por tener la capacidad de interactuar con los operarios en espacios compartidos y totalmente seguros.

Son utilizados principalmente para operaciones de ensamble, medición y embalaje por eso es común verlos en la industria automotriz sin embargo su utilidad va más allá de los ejemplos arriba mencionados.

Quizás no sean los mejores cargando objetos pesados, por ello no podemos afirmar que han suplido a las grandes máquinas pero sin duda las nuevas virtudes de los cobots se han adaptado satisfactoriamente a las necesidades de la era 4.0

El diseño de estos autómatas es por demás amigable, lucen bordes redondeados para evitar colisiones considerables, su peso es mínimo inclusive hay algunos que pueden pesar hasta 5 kg aunque evidentemente eso limita su capacidad de carga. Trabajan a velocidades lentas y están equipados con sensores para detectar la presencia de personas y en caso de entrar en contacto con ellas, detienen por completo sus actividades evitando posibles accidentes.

Pero mejor hablemos de números, los cobots ya no son exclusivos de las grandes empresas, su precio asequible ha logrado colarse en las pymes y aunque sus costos varían entre marcas, modelos y especificaciones, el modelo UR3 de Universal Robots tiene un costo aproximado de 26,000 dólares.

Siguiendo con los costos, los cobots están equipados con interfaces intuitivas y no necesitan de programadores que dominen lenguajes complejos. Se pueden programar en modo “Easy Teaching” guiando el brazo del robot y guardando cada waypoint para que sea capaz de memorizar y replicar la misma trayectoria. Su retorno de inversión (ROI) ronda entre los 6 meses a 2 años dependiendo de las diferentes variables del proyecto y consumen apenas 100 watts de energía.

Los hay de todos tamaños y colores incluso hay modelos que simulan un rostro desde una pantalla supuestamente para dar más confianza y minimizar la curva de aprendizaje aunque… lejos de ser algo positivo pueda ser bastante raro e incómodo.

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